Comprender la historia a medida que se está haciendo es tal vez una de los desafíos más difíciles para los hombres. Sin embargo los que peinamos canas, podemos aprender de lo ya vivido, para mejorar el análisis de lo que estamos viviendo. Por eso estamos facultados para asegurar, que pese a todo lo que aún se pueda reclamar a nuestro gobierno justicialista, nunca desde nuestra niñez hemos visto un desarrollo socio económico tan sostenido.
Alcanza con recorrer el país para ver como cambia diariamente, como crece, como se cubren las necesidades de los que menos tienen, aunque aparezcan injusticias relativas, siempre son superadas por la ampliación del ámbito donde se vuelca la justicia social, ese paradigma que aprendimos con Perón y Evita.
Por todo eso el peronismo es un sentimiento, pero no porque sólo lo sea como acto emotivo, sino como consecuencia de lo que el peronismo significa en los hechos, por el mejoramiento del entramado social, porque dignifica y da oportunidades, porque hace sonreír a los mas pobres, por eso emociona y aun a esta altura de la vida nos hace soltar una lágrima.
Cumplir con la difusión de la obra de gobierno es nuestra obligación y acercarnos a través del arte una de nuestras posibilidades para colaborar con un país mejor.